sábado, 1 de diciembre de 2007

LA INTOLERANCIA DE CHINA.


Pekín condena al Dalai Lama por saltarse ritual búsqueda sucesor reencarnado
El Gobierno chino condenó hoy al Dalai Lama por saltarse los rituales y convenciones budistas sobre la reencarnación y proponer un referéndum para escoger a su sucesor reencarnado. 'La reencarnación del Buda viviente es un ritual del budismo tibetano que cuenta con sus propias convenciones religiosas', explicó hoy el portavoz de la cancillería china, Liu Jianchao. 'La propuesta del Dalai Lama viola claramente estos rituales establecidos y convenciones históricas y, por tanto, (China) no puede aceptarla', agregó, tras asegurar que Pekín respeta la libertad religiosa y los rituales de reencarnación del Budismo tibetano. El Dalai Lama, de 72 años de edad y considerado por Pekín como un líder separatista, está estudiando opciones para escoger a su sucesor, como un referéndum o sistemas similares a los que se aplican en el Vaticano, en el que los lamas superiores decidirían al siguiente Dalai, por ejemplo. Otra propuesta muy controvertida, lanzada a su paso por Japón este mes, es la de que su reencarnado sea escogido antes de su muerte, para evitar un vacío de poder que podría dar al traste con su lucha por una mayor autonomía bajo el poder chino. Según la tradición, tras la muerte de un Buda viviente se pone en marcha la búsqueda de su reencarnación entre los niños nacidos en el Tíbet en el momento de producirse el fallecimiento. El Dalai Lama asumió el poder en el Tíbet tras la invasión china de 1949, pero tras el fracaso del levantamiento tibetano contra las tropas chinas, el lama escapó y se exilió en Dharamsala, en el norte de la India. Pekín ha reprimido con mano dura la cultura tibetana desde la ocupación, una represión que en la actualidad también está llevando a cabo en la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste del país, de mayoría uigur, una etnia de lengua turcomana y credo musulmán. Según la prensa, la semana pasada se registraron altercados en Tíbet protagonizados por monjes tibetanos tras producirse un rifirrafe con un tendero de la etnia mayoritaria china Han. El portavoz chino Liu dijo no tener información sobre estos altercados, pero añadió que 'cualquiera que intente perturbar la estabilidad y el desarrollo del Tíbet no tendrá el apoyo del pueblo y no triunfará'.

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