domingo, 15 de diciembre de 2013

HIJOS DE REA

... Y CLONES DEL BUDA
El budismo enseña que la libertad no debe entenderse como “poder hacer lo que queremos”, sino “tener menos necesidad de hacer por nosotros y más por los demás”. Este esfuerzo se convierte en “energía gozosa” o "virya", que fecunda las situaciones y las enriquece. 
Eduardo Velásquez, autor de un ensayo sobre el budismo y la crisis económica, lo ha dejado muy claro. Sus sabias palabras deberían ser meditadas por todos, incluidos los economistas que buscan una explicación-solución a la crisis que estamos viviendo:
"Si pensamos que antes estábamos mejor, estamos equivocados; estábamos peor; estábamos creando las causas que nos han traído al presente. Si en diez años estamos mejor, es porque lo que hacemos hoy es mejor de lo que hicimos hace diez años. Si no entendemos esto, si no entendemos que la causa es más importante que el efecto, no podremos aprender en forma inteligente. Para cambiar el efecto hay que cambiar la causa, hay que entenderla. Tratar de cambiar el efecto, de curar el síntoma sin ver la enfermedad, es no haber aprendido lo que hay que aprender. La sabiduría mundana nos dice que para entender la historia debemos mirar el dinero, riqueza, la economía; la sabiduría budista nos dice que debemos mirar el karma. 
Un cambio en el sistema económico no cambia necesariamente la dinámica de las relaciones humanas. De la misma forma debe proceder el cambio, del nivel más sutil al más burdo, o de arriba hacia abajo, si se quiere. 
Si la conciencia en la clase “dirigente”, la clase que genera las ideas, no cambia, no puede cambiar el campo en el que ella ejerce su influencia, en el que dicta su ley. Mientras nuestras vidas estén regidas por la ignorancia, por el deseo de alcanzar nuestra felicidad en forma egoísta, no habrá sistema posible que haga verdadera justicia".
Pero no olvidemos algo importante: la clase dirigente o política somos en realidad los que depositamos la papeleta en las urnas. 
Los políticos que nos representan tienen que ser fieles notarios de nuestra soberana y democrática voluntad. Sus fallos son nuestros fallos. 
Nuestras voces son libres, incluso más allá de los comicios electorales. 
Hay que recuperar la solidaridad social, el cooperativismo y el asociacionismo solidario, por encima de los rígidos modelos que propugna el sistema capitalista anquilosado actual. Porque aunque defiendas dicho sistema serás al final devorado por el padre que defiendes, como el Saturno goyesco. Saturno/Crono se comía los hijos recién nacidos de Rea, su mujer, por temor a ser destronado por uno de ellos. 
Todos somos hijos de Rea y no debemos dejarnos devorar por ese padre cruel y psicópata. ¿No ves que ya te está comiendo la lengua, las manos y la dignidad? 

domingo, 28 de julio de 2013

COMPASIÓN BUDISTA Y AGAPÉ CRISTIANO.


Tanto en el budismo como en el cristianismo el propósito final de la vida se dirige a la felicidad eterna del hombre después de la muerte (en el Budismo, esto significa liberarse del samsara; en el Cristianismo, esto significa retornar al Paraíso Celestial o el "Reino de Dios"). 
Las normas de vida del Budismo y del Cristianismo nos llevan ambas a conductas éticas, a una filosofía existencial que puede ser compartida por todos, muy por encima de complicadas teorías o dogmas.
Budistas y cristianos animan al hombre a hacer el bien en esta vida y le orientan a desarrollar una práctica moral, una “higiene de vida” que venga marcada por la bondad, y además proporciona el fundamento filosófico-práctico para conseguirlo. 
Un cristiano puede seguir la filosofía budista sin entrar en contradicción con su fe, pues el budismo puede enseñarle técnicas muy valiosas que pueden ser integradas en la vida de cualquier cristiano, por ejemplo la “Meditación Metta Bavana” o meditación para desarrollar bondad y tolerancia. Y todo esto sin renunciar a las creencias y raíces cristianas. 
Como bien expresó el lama Anagarika Govinda: "Así, podríamos decir que el Dharma –como experiencia y forma de realización práctica—es una religión; como la elaboración intelectual de esta experiencia, una filosofía, y como el resultado de la auto-observación y el análisis sistemático, una psicología. Todo el que recorra este sendero adquiere normas de conducta que no están dictadas desde fuera, sino que son el resultado de un proceso interior de la maduración que –contemplándolo desde fuera—podemos llamar moralidad. Desde la perspectiva budista, la moralidad no es la causa sino el efecto de la actitud mental". 
Como podemos ver, tanto en cristianos o budistas es esa "coherencuia interior" la que surge cuando se da la armonía entre esa actitud y nuestros actos. 
Las dos doctrinas comparten valiosísimas enseñanzas, como la meditación contemplativa, la oración y el “presentismo” (vivir centrados en el presente, como se hace en la “Oración del Corazón” cristiana, por ejemplo). 
San Jerónimo (siglo IV) menciona incluso el nacimiento de Buda y dejó escrito «que nació en el seno de una virgen». Escritores cristianos de los siglos III y IV como Hipólito y Epifanio dejaron constancia escrita de “un escitiano que visitó la India alrededor del 50 d. C., trayendo de allí la doctrina de los dos principios". Según estos autores, "Terebinthus se presentaba a sí mismo ante el pueblo como Buda («él se llamaba a sí mismo Buda») y así dejó constancia de ello el obispo griego y doctor de la Iglesia Cirilo de Jerusalén. Terebinthus fue a Palestina y Judea donde conoció a los apóstoles y por último se trasladó a Babilonia, donde transmitió sus enseñanzas a Mani", creando lo que sería un budismo sincrético persa, el maniqueísmo. 
Uno de los grandes padres y santos de la Iglesia Occidental, Agustín de Hipona, fue en un principio maniqueísta. En el siglo II, el cristiano Clemente de Alejandría reconoció y así dejó por escrito la influencia de los budistas bactrianos (los llamados Sramanas) en el pensamiento griego. Interesantes hechos históricos no lo suficientemente divulgados, ¿verdad? El cristianismo "bebió" también en las fuentes de algunas de las enseñanzas budistas, y justo es reconocerlo. 
Ante todo ello creo que es necesario reflexionar acerca de la importancia de conocer la mística de ambas doctrinas, ya sea uno practicante budista o cristiano. El maestro budista Ducor aconseja a las Iglesias cristianas "hacer conocer el tesoro espiritual del cristianismo para que sea este el mensaje que llegue a las personas. El cristianismo – prosigue - tiene en esto un gran tesoro. Pienso en los Padres de la Iglesia y en sus estupendos textos. Pienso en la oración y en la herencia monástica". ¡Cuánta razón encierra sus palabras! Debemos bucear sin miedo en ambas aguas y beber de sus fuentes limpias y claras, sin temor y libres de prejuicios. 
Concluiré esta entrada con unas citas que fueron el colofón del Congreso de Roma Budista-Cristiano, celebrado el 8 de mayo de 2008. Miembros de la asociación budista Rissho Kosei-kai, así como otros expertos cristianos y budistas de varios países han profundizado en el concepto de compasión budista y amor cristiano, dejando escritas estas bellas sentencias: 

“En cristianismo, el punto fuerte es el amor, el ágape. En el budismo tenemos la bondad y la compasión, a través de las cuales mejoramos la sociedad para el beneficio de otros”.

“Es la tercera vez que nos encontramos y ha tenido un significado especial, como budistas y cristianos hemos profundizado lo que significa la compasión budista y el amor cristiano. Creo que en la práctica de este amor y comprensión podemos encontrar profundidad”.

“Hemos intercambiado la experiencia religiosa personal de nuestra propia fe”.

“La unión de budistas y cristianos en aras de un mundo más pacífico, es una verdadera bendición. A pesar de todas las diferencias, las aparentes diferencias, de cultura y tradición". 

Por eso deseo que budistas y cristianos oremos juntos por la paz en el mundo; especialmente en estos días por las víctimas y familiares del accidente ferroviario del pasado 24 de julio en Santiago de Compostela. Y no debemos olvidar incluir en las oraciones al maquinista Sr. Garzón, lapidado por los medios de comunicación y por muchos sectores de la sociedad, que casi piden su linchamiento público. ¿Quienes somos nosotros para juzgar a nadie? 
Dejemos que la justicia realice su trabajo y que nuestro corazón esté siempre al lado de los que sufren, aunque hayan cometido errores de consecuencias inimaginables.

martes, 18 de junio de 2013

MINDFULNESS EN VIGO.

Interesantísima charla: "Orígenes de la meditación vipassana, mindfulness y budismo", en Vigo el 21 de junio. 
Esta es una de esas ocasiones extraordinarias que se presentan para escuchar y aprender de un gran experto académico y practicante de Meditación y Budismo, el Dr. Abraham Vélez de Cea, quien el próximo viernes día 21 de junio a las 8 de la tarde, impartirá una charla abierta al público sobre el tema tan en boga: la meditación budista: "Orígenes del vipassana, su relación con mindfulness y sistemas de budismo". 
Hoy en día. el término Meditación y Mindfulness, ha adquirido una dimensión de extraordinario valor en el campo de la empresa, psicología, neurociencia, el deporte y en prácticamente todos los métodos de salud y bienestar. 
De las manos de un experto, entenderemos sus orígenes, métodos y en que consiste su desarrollo, así como cuales son sus fundamentos, posibilidades y su finalidad.
Charla impartida por el especialista en Budismo y Meditación, profesor en la Universidad de Georgetown y la Eastern Kentucky University, Abraham Vélez de Cea.
Lugar: Casa del Libro de Vigo (España). 
Viernes 21 de Junio
Hora: 19.30 horas