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domingo, 28 de julio de 2013

COMPASIÓN BUDISTA Y AGAPÉ CRISTIANO.


Tanto en el budismo como en el cristianismo el propósito final de la vida se dirige a la felicidad eterna del hombre después de la muerte (en el Budismo, esto significa liberarse del samsara; en el Cristianismo, esto significa retornar al Paraíso Celestial o el "Reino de Dios"). 
Las normas de vida del Budismo y del Cristianismo nos llevan ambas a conductas éticas, a una filosofía existencial que puede ser compartida por todos, muy por encima de complicadas teorías o dogmas.
Budistas y cristianos animan al hombre a hacer el bien en esta vida y le orientan a desarrollar una práctica moral, una “higiene de vida” que venga marcada por la bondad, y además proporciona el fundamento filosófico-práctico para conseguirlo. 
Un cristiano puede seguir la filosofía budista sin entrar en contradicción con su fe, pues el budismo puede enseñarle técnicas muy valiosas que pueden ser integradas en la vida de cualquier cristiano, por ejemplo la “Meditación Metta Bavana” o meditación para desarrollar bondad y tolerancia. Y todo esto sin renunciar a las creencias y raíces cristianas. 
Como bien expresó el lama Anagarika Govinda: "Así, podríamos decir que el Dharma –como experiencia y forma de realización práctica—es una religión; como la elaboración intelectual de esta experiencia, una filosofía, y como el resultado de la auto-observación y el análisis sistemático, una psicología. Todo el que recorra este sendero adquiere normas de conducta que no están dictadas desde fuera, sino que son el resultado de un proceso interior de la maduración que –contemplándolo desde fuera—podemos llamar moralidad. Desde la perspectiva budista, la moralidad no es la causa sino el efecto de la actitud mental". 
Como podemos ver, tanto en cristianos o budistas es esa "coherencuia interior" la que surge cuando se da la armonía entre esa actitud y nuestros actos. 
Las dos doctrinas comparten valiosísimas enseñanzas, como la meditación contemplativa, la oración y el “presentismo” (vivir centrados en el presente, como se hace en la “Oración del Corazón” cristiana, por ejemplo). 
San Jerónimo (siglo IV) menciona incluso el nacimiento de Buda y dejó escrito «que nació en el seno de una virgen». Escritores cristianos de los siglos III y IV como Hipólito y Epifanio dejaron constancia escrita de “un escitiano que visitó la India alrededor del 50 d. C., trayendo de allí la doctrina de los dos principios". Según estos autores, "Terebinthus se presentaba a sí mismo ante el pueblo como Buda («él se llamaba a sí mismo Buda») y así dejó constancia de ello el obispo griego y doctor de la Iglesia Cirilo de Jerusalén. Terebinthus fue a Palestina y Judea donde conoció a los apóstoles y por último se trasladó a Babilonia, donde transmitió sus enseñanzas a Mani", creando lo que sería un budismo sincrético persa, el maniqueísmo. 
Uno de los grandes padres y santos de la Iglesia Occidental, Agustín de Hipona, fue en un principio maniqueísta. En el siglo II, el cristiano Clemente de Alejandría reconoció y así dejó por escrito la influencia de los budistas bactrianos (los llamados Sramanas) en el pensamiento griego. Interesantes hechos históricos no lo suficientemente divulgados, ¿verdad? El cristianismo "bebió" también en las fuentes de algunas de las enseñanzas budistas, y justo es reconocerlo. 
Ante todo ello creo que es necesario reflexionar acerca de la importancia de conocer la mística de ambas doctrinas, ya sea uno practicante budista o cristiano. El maestro budista Ducor aconseja a las Iglesias cristianas "hacer conocer el tesoro espiritual del cristianismo para que sea este el mensaje que llegue a las personas. El cristianismo – prosigue - tiene en esto un gran tesoro. Pienso en los Padres de la Iglesia y en sus estupendos textos. Pienso en la oración y en la herencia monástica". ¡Cuánta razón encierra sus palabras! Debemos bucear sin miedo en ambas aguas y beber de sus fuentes limpias y claras, sin temor y libres de prejuicios. 
Concluiré esta entrada con unas citas que fueron el colofón del Congreso de Roma Budista-Cristiano, celebrado el 8 de mayo de 2008. Miembros de la asociación budista Rissho Kosei-kai, así como otros expertos cristianos y budistas de varios países han profundizado en el concepto de compasión budista y amor cristiano, dejando escritas estas bellas sentencias: 

“En cristianismo, el punto fuerte es el amor, el ágape. En el budismo tenemos la bondad y la compasión, a través de las cuales mejoramos la sociedad para el beneficio de otros”.

“Es la tercera vez que nos encontramos y ha tenido un significado especial, como budistas y cristianos hemos profundizado lo que significa la compasión budista y el amor cristiano. Creo que en la práctica de este amor y comprensión podemos encontrar profundidad”.

“Hemos intercambiado la experiencia religiosa personal de nuestra propia fe”.

“La unión de budistas y cristianos en aras de un mundo más pacífico, es una verdadera bendición. A pesar de todas las diferencias, las aparentes diferencias, de cultura y tradición". 

Por eso deseo que budistas y cristianos oremos juntos por la paz en el mundo; especialmente en estos días por las víctimas y familiares del accidente ferroviario del pasado 24 de julio en Santiago de Compostela. Y no debemos olvidar incluir en las oraciones al maquinista Sr. Garzón, lapidado por los medios de comunicación y por muchos sectores de la sociedad, que casi piden su linchamiento público. ¿Quienes somos nosotros para juzgar a nadie? 
Dejemos que la justicia realice su trabajo y que nuestro corazón esté siempre al lado de los que sufren, aunque hayan cometido errores de consecuencias inimaginables.

martes, 11 de diciembre de 2012

BUDISMO Y CRISTIANISMO: TODO ESTÁ PRESENTE


Mi admirado Maestro Budista Thich Nhat Hanh, cuando habla de la relación entre Cristo y Buda, dejó escritas maravillosas frases que sirven para elevar la conciencia personal, pasando por encima de dogmas y encorsetadas tradiciones. ¡Ay, el fanatismo! ¡Que pavor me dan las mentes endurecidas y la fe labrada con la espada! ¡Cuántos "defensores" de la Tradición - budista, islamista o cristiana - quieren cegar los ojos compasivos de buscadores rebeldes del Espíritu! Debemos eliminar los prejuicios, las ideas limitadoras y las generalizaciones irreflexivas. Escuchar a todo el mundo, buscar los puntos en común y dar la mano a quien lo necesita. Creo que desde ahí podemos empezar con buen pie, conservando a la vez las tradiciones propias. 
Tuve el placer de conocer al maestro Thich hace años. Lo sigo de forma habitual a través de sus libros y publicaciones. Sus enseñanzas son una fuente inagotable de sabiduría y la esencia de muchas tradiciones espirituales. 
Le hemos invitado a venir a Galicia para impartir un taller de meditación y "mindfulness", en nuestra Escuela de Yoga Tibetano. Su secretaria está buscando la mejor fecha para el próximo año. Será un privilegio poder recibir a este Maestro excepcional. 
Thich Nhat Hanh fue íntimo amigo de Thomas Merton, sacerdote y monje trapense fallecido a finales de los 60' del siglo pasado. Ambos son un modelo de mentes lúcidas, compasión "militante" y de la fe que se vive desde la libertad y el respeto hacia otras creencias. Thich desde la filosofía budista zen y Merton desde el corazón del cristianismo místico, lograron construir un Camino Espiritual común y enriquecedor. 
Cuando lo descubrí me dije a mi mismo: "He encontrado el Sendero".
¿Queréis leer algunas frases del maestro Hanh? Pues... que las disfrutéis:   
"Todo y todos moramos en el nirvana, en el Reino de Dios. Un campesino que observa sus tierras en invierno ya puede ver la cosecha, porque sabe que todas las condiciones están presentes: tierra, semilla, agua, fertilizante, equipo y demás, excepto una, el tiempo cálido, que será algo que aparezca en cuestión de meses. Así pues, sería inexacto decir que la cosecha no existe. Ya está ahí. Sólo necesita una condición más para manifestarse.
No nos apeguemos a las definiciones.
En la tradición budista, la experiencia religiosa es descrita como despertar (bodhi) o sabiduría intuitiva (prajña). No es intelectual, ni está hecha de nociones y conceptos, sino de la clase de comprensión que conlleva más solidez, libertad, gozo y fe. Para que el despertar genuino sea posible, debemos aprender a abandonar nociones y conceptos sobre el nirvana y sobre Dios.
Naturaleza interna de Buda: Semilla Divina dentro de cada uno:
Esta semilla de atención vigilante es la presencia de Buda en nosotros, llamada naturaleza búdica (Buddhata), la naturaleza de la iluminación. Los cristianos dicen que Dios mora en el corazón de todos. El espíritu Santo puede ser descrito como una presencia constante en nuestros corazones en forma de una semilla. Cada vez que rezamos o invocamos el nombre del Señor, esta semilla se manifiesta como la energía de Dios". 
(Atención queridos lectores, esto lo dice...¡un maestro budista! Como podéis ver esto es unir y no separar).
"Puntos comunes de la religión: La conciencia de estar vivo:
En el cristianismo, cuando celebramos la eucaristía, compartiendo el pan y el vino como el cuerpo de Dios, lo hacemos en el mismo espíritu de piedad, de atención vigilante, conscientes de que estamos vivos, disfrutando de morar en el momento presente.
Paz y cristianismo: Ser hijo de Dios:
En el sermón de la Montaña, Jesús dijo: «Bienaventurados sean los pacíficos, porque ellos serán llamados los hijos de Dios». Al trabajar en pro de la paz se debe tener un corazón en paz. Cuando es así, se es un hijo de Dios. Pero muchos de los que trabajan por la paz no están en paz. Todavía sienten rabia y frustración y su trabajo no es realmente pacífico".
Queridos amigos, el Maestro Nhat Hanh nos ilumina verdaderamente, sin forzarnos a cambiar nuestras creencias, simplemente haciéndonos experimentar la profunda realidad de la experiencia personal, con el máximo respeto y sensibilidad. 
Otro ejemplo lo tenemos en el arzobispo anglicano y Premio Nobel de la Paz (1984) Desmond Tutu, que recibió el 10 de diciembre de este año el premio Unesco/Bilbao 2012 por su promoción de una cultura de los derechos humanos con una ceremonia en la sede parisina de esa agencia de las Naciones Unidas.
Son ejemplos de esperanza, al igual que tu, que posees en ti mismo la semilla de la compasión y del perdón. Aunque no lo veas claramente, está ahí está, dentro de ti. 
Si te has parado a leer este "sermón facebookero" es que la semilla late y quiere germinar. ¿O no? 
Te deseo salud y paz mental cada día de tu vida.